Hoy iniciamos una serie de entradas que tendrán como protagonista a San Juan Bautista de la Salle. Para nosotros, educadores lasalianos, se convierte en un inspirador clave en nuestra labor y quehacer educativa. Pero no solo para nosotros. No podemos olvidar que en mayo de 1950 fue declarado Patrón especial de todos los Educadores de la infancia y de la juventud y Patrón Universal de los Educadores por Pio XII.
Si su obra, tanto pedagógica como espiritual fue abundante y determinante para el resto de la historia de la pedagogía, lo más importante es que el Espíritu se sirvió de él para insuflarse un carisma determinante. El carisma de la educación, preferentemente de los más pobres, desde una vida en común.
Fue fundador de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Institución que, desde la muerte de San Juan Bautista, se extendió rápidamente a todos los continentes. Los poco más de 100 hermanos son ahora 5900, y las 58 escuelas abiertas en ese momento se han convertido en 1021 centros educativos en los que imparten la formación más de 75000 profesores, distribuidos en 82 naciones (23 de África, 22 en América, 16 en Asia, 18 en Europa y 4 en Oceanía). Hoy el número de alumnos lasalianos se acerca al millón
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